Noticias Jurídicas

22/10/2013

Cada día ocho personas intentan defraudar a su seguro en Granada

La crisis despierta la picaresca y los intentos de estafa crecen un 11% en un año en la provincia.

Intentar timar al seguro es una práctica antigua que, con la crisis económica, se ha agudizado. No es fácil conseguirlo pues las aseguradoras tienen departamentos especializados antifraude y personal experto, aunque cada día hay 8 personas en Granada que buscan conseguirlo. Según los datos de la patronal Unespa, las compañías aseguradoras detectaron el año pasado 3.009 intentos de fraude en esta provincia, un 11% más que en 2011. Ocho de cada diez engaños se realizan en el sector del automóvil (falsos accidentes, robos, daños por golpes, etcétera), aunque está creciendo a pasos agigantados el fraude relacionado con teléfonos móviles.

Gabriel Cobos es el responsable de la Unidad de Fraude de CPP, una empresa especializada en seguros de tarjetas de crédito y débito y teléfonos móviles, y asegura que si en 2012 ya se dispararon los intentos de fraude, en lo que va de 2013 la situación está siendo aún peor y están detectando un 30% más de casos. Su empresa da un móvil nuevo al cliente en caso de que se produzca una avería o que haya habido un robo (los hurtos no se incluyen) y, teniendo en cuenta que terminales como los iPhone o los S4 cuestan en torno a 600 euros, se están produciendo numerosas denuncias falsas en la Policía o actos que suenan casi a broma. “Cuando nos llaman por una avería el mensajero envía un móvil nuevo y le tienen que entregar el roto del mismo modelo. Muchas veces nos entregan teléfonos antiguos de otros modelos o, directamente, nos meten una caja de madera para simular el teléfono”, explica. Cobos reconoce que hay veces en los que recuperan el terminal y otras que no, “porque el seguro en los móviles es nuevo e igual no estamos aún muy preparados, por lo que hay personas que han encontrado la vía para defraudar”.

Los defraudadores están perfectamente tipificados, aunque otra cosa es identificarlos. El director de comunicación de Unespa, Javier Fernández, asegura que hay redes profesionales que se dedican de manera habitual a intentar robar a las compañías; otras personas que no tienen necesidad pero que se lo toman como un reto personal; y hay un tercer grupo que denominan defraudador provisional, es decir, personas que no lo han intentado nunca pero que con la crisis quieren conseguir un dinero extra. Este último perfil se demuestra además en el hecho de que los intentos de fraude por un importe inferior a 500 euros han crecido un 20% en el último año.

En los seguros hay diversos ramos y cada uno funciona de distinta manera. Fuentes de DKV señalan, por ejemplo, que en sus líneas de renta y accidentes “hemos visto que con la crisis hay más cambios de profesión no declarados y personas que cuando se hicieron la póliza tenían negocios con ingresos considerables y contrataron seguros elevados. Unos años después, cuando tienen un siniestro y al ser su negocio deficitario, ganan más estando de baja que trabajando”.

Fuentes de la aseguradora Caser indican por otra parte que “el seguro de hogar es el ramo en el que se detecta un mayor número de denuncias falsas; la mayoría recogen el robo de teléfonos móviles o el robo de dinero en efectivo, y se realizan para cubrir la penalización de la compañía de telefonía móvil, con el fin de cambiar de compañía o de teléfono móvil, y/o para obtener una cantidad de dinero en efectivo de una forma rápida”.

Las aseguradoras afirman que la Policía, ante el incremento de denuncias falsas y fraudes, está intensificando su labor y aumentando sus investigaciones. Cuando la Policía o la aseguradora pillan a un defraudador lo habitual es acudir a los tribunales y poner la denuncia penal pertinente, por lo que el intento de fraude puede salir caro.

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