Noticias Jurídicas

07/12/2012

Cómo eliminar la tensión de la oficina de su agenda diaria

Pautas para resolver las diferencias y los problemas de las organizaciones.

Decía François de la Rochefoucauld que las únicas personas que nos parecen sensatas son las que opinan como nosotros. No le faltaba razón al escritor y aristócrata francés porque la fuente del conflicto está, muchas veces, en el pensamiento discordante al nuestro. “Consideramos que un problema se ha solucionado cuando lo ha hecho conforme a nuestras expectativas”, afirma Josep Redorta, autor de varios libros que analizan y ayudan a gestionar las tensiones, entre los que se encuentra No más conflictos (Paidós), su último manual.

Los cambios continuos a los que se ven sometidas las organizaciones han provocado que se abra el abanico de conflictos que pueden darse en una empresa. “Ante cualquier tensión laboral los pasos son: saber identificar el conflicto; llegar a los procesos subyacentes al problema y, después, pasar a la acción para convertir las empresas en un lugar más inteligente uq ehaga al directivo más dueño de su destino”.

En un conflicto siempre está en juego la autoestima, asociada a la necesidad de reconocimiento. “La autoestima es el juicio que tengo sobre mí mismo; el único juicio que no puedo perder”, explica Josep Redorta.

En la práctica, cada conflicto requiere de un determinado modus operandi. Por ejemplo, ¿qué puede hacer un líder cuando existe tensión entre dos personas de su equipo? “Aprovechar que tiene influencia sobre los dos y mediar desde la autoridad. Siempre hay que evitar dar la razón a uno u otr y buscar los puntos de encuentro para que negocien sus diferencias”, responde el autor.

Otra situación común en las organizaciones es la lucha de poder entre los líderes: “El poder ex expansivo y por eso, hay que ponerle límites. Si veo que una persona me está haciendo la cama, coloquialmente hablando, tengo un enemigo vestido de amgios. El poder es un recurso escaso y por eso siempre habrá gente que quiera quitarte la silla. El único remedio para evitarlo es manejar la información”.

Si se le pregunta al experto en conflictos empresariales, cuál es el más difícil de resolver, responde sin titubear: “El odio entre la familia, que puede llegar a disolver empresas de larga tradición familiar”. Josep Redorta reivindica la negociación para solventar las tensiones. Dentro de esa negociación por supuesto está la retribución, pero también el desarrollo personal. Además, explica que un buen gestor de conflictos controla la expectativas y cuida la autoestima de los demás aunque advierte que hay conflictos, “que simplemente no tienen solución”.

Fuente: www.expansion.com

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