Noticias Jurídicas

05/01/2015

El comercio tradicional se niega a tirar la toalla

Afectados por el fin de la renta antigua acuden a los tribunales para conseguir una tregua Numerosos establecimientos van a desaparecer

Si nada lo impide el comercio tradicional granadino vivirá hoy una de las peores jornadas de su historia. Después de dos días festivos en la capital con motivo del año nuevo y la fiesta de la Toma, los comerciantes se enfrentan hoy al primer día laborable tras el fin de la moratoria de los alquileres de renta antigua. O lo que es lo mismo: el cese de numerosos negocios típicos de Granada.

De momento no se conoce con exactitud qué establecimientos cerrarán hoy. Muchos de ellos han decidido llevar el asunto a los Tribunales esperando que algún juez les dé la razón. Lo que sí se sabe es que las calles granadinas perderán todo su encanto si finalmente se produce el cierre de estos negocios de trato personalizado y tradición que han acompañado a los granadinos durante toda la vida.

La droguería La Giralda, la espartería San José, la Joyería San Eloy, la librería Estudios o los Guerrilleros que ya han echado el cierre son sólo algunos de los establecimientos que están afectados por el fin de la moratoria impuesta por el ministro Miguel Boyer hace ahora veinte años. Pero hay muchos más. Según los cálculos que se barajan en el Ayuntamiento de Granada, solo en la capital los afectados suman 500.

Aunque nadie duda de que los propietarios tienen derecho a cobrar una renta acorde, cuesta trabajo imaginar un centro sin tiendas clásicas tan sólo repleto de multinacionales que se repiten en todas las capitales europeas.

Una de las personas que inició la lucha contra el fin de los alquileres de renta antigua fue la concejal del grupo municipal socialista, Raquel Ruz, quizás porque fue su partido el autor de dicha ley que establecía, hace ahora veinte años, el fin de la renta antigua para principios de 2015. No solo en la capital, también a nivel nacional. Fue ella quien el pasado año ya alertó sobre las consecuencias de este fin de la moratoria impuesto por un miembro de su partido. Tiempo después nació la plataforma ‘No al cerrojazo’ que ha conseguido en el último mes algo insólito en la capital: unir a las fuerzas políticas y las instituciones.

El pasado 19 de diciembre, todos los partidos apoyaron la puesta en marcha de un plan estratégico para proteger las tiendas emblemáticas de la ciudad. Esta moción, presentada por el grupo municipal socialista fue respaldada por PP, PSOE, IU y UPyD para poner en marcha un plan municipal de prevención que incluirá un listado con los elementos y bienes muebles que se deben proteger y con qué limitación. Además, este proyecto también tiene previsto incluir un servicio especial de asesoramiento jurídico y ayuda para la creación de un plan de empresa.

Aunque positiva, la medida llega casi tarde. Fue aprobada a tan solo diez días del fin de la moratoria de la renta antigua lo que deja en el aire durante días la continuidad de estos negocios.

“Cualquier ayuda es buena. No sabemos si es demasiado tarde porque hay mucha gente que no se va de las tiendas, que las va a tener que sacar un juez. Quizás a ellos les dé tiempo a utilizar estas herramientas”, detalla Ángel Rodríguez, presidente de la plataforma ‘No al cerrojazo’.

Para él, lo más doloroso ha sido ver cómo “el Gobierno de la Nación ha echado la pelota de un lado a otro. Nosotros llevamos meses escuchando que esta ley era del PSOE sin embargo ahora sabemos que la apoyó el PP y nadie ha rectificado”, destaca Rodríguez. En este sentido, el presidente critica que el Gobierno no les haya dado la oportunidad de debatir este problema en el Senado o en el Congreso de los Diputados. “Llevamos tiempo escuchando que hemos tenido tiempo para arreglar el problema y negociar. Pero hay un error de base: el periodo que se dio no fue para poner al día los alquileres si no para compensar a las familias por los traspasos millonarios que pagaron con sus ahorros para abrir sus negocios y de repente, esa inversión que habían hecho para toda la vida tiene fecha de caducidad”, lamenta Rodríguez.

Pese a las dificultades, el presidente reconoce que seguirán luchando de forma silenciosa, sin manifestaciones ni ruido. “Somos los que más puestos de trabajo generamos. Pero no entendemos de eslóganes ni de pancartas. Solo sabemos de trabajo, servicio y de abrir las persianas con una sonrisa llueva, nieve o haga frío”.

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