Noticias Jurídicas

13/11/2012

El sistema actual de desahucios está pensado para otra época

Juan Antonio Xiol Ríos (Barcelona, 1946) es uno de los juristas más reconocidos de nuestro país, autor de una consolidada jurisprudencia de derecho al honor y libertad de expresión y un claro exponente de transparencia institucional.

En 2009 obtuvo el Premio Pelayo y hace pocos días recibió el galardón Puñetas de Oro de la Asociación de Comunicadores e Informadores Jurídicos (Acijur) por su labor al frente de la Sala Civil del Alto Tribunal. Es inevitable empezar preguntándole por uno de los temas de máxima actualidad, los desahucios, tras la crítica de un informe del CGPJ y el anuncio del Gobierno de que estudia una modificación.

El jurista cree que todavía hay margen para introducir una regulación mucho más ‘humana’ para la ejecución de deudas hipotecarias.

¿Cree que es un abuso el sistema legal de desahucios?

Tenemos problemas en estos momentos en el sistema de ejecución de deudas hipotecarias. Es un sistema pensado quizás para otra época, cuando más o menos funcionaba de forma razonable, porque se partía de la base, y probablemente con razón, de que el deudor normalmente tenía un cierto grado de mala fe y entonces el sistema era muy riguroso, muy exigente respecto a los desahucios, porque se pensaba que aquella persona que era reticente al pago debía hacer frente a sus obligaciones, lo cual era profundamente razonable en un mundo en el que los compromisos deben cumplirse.

Pero ahora nos encontramos en determinadas épocas con una situación especial, en las que el deudor que no paga no siempre lo hace por mala fe, sino porque han cambiado las circunstancias, porque ha habido una crisis que depende de factores por encima de los contratantes. Y en estos casos, un procedimiento tan riguroso pensado para la mala fe del deudor da lugar a situaciones complicadas.

Existen formas de tratarlo de otra manera, siempre que se cumplan los compromisos. Ya ha habido una modificación del sistema, pero en mi opinión todavía hay margen para introducir ahí una regulación mucho más humana con todos los puntos de vista.
La implantación de las tasas judiciales debe hacerse con cuidado para que no haya desequilibrio entre ricos y pobres.

Otro tema polémico es la implantación de tasas judiciales. ¿Le parecen bien?
Establecer unas tasas desde el punto de vista constitucional es posible. Pero debo decir que la introducción de las tasas debe hacerse con mucho cuidado para que no supongan un desequilibrio entre ciudadanos, entre los más ricos y los menos; que no haya zonas de exclusión por razones económicas y se cumpla el principio de igualdad. Y además, las tasas no pueden suponer ningún impedimento de acceso a los tribunales, porque es una de las garantías del sistema democrático y, por lo tanto, siempre hay que regular las tasas teniendo en cuenta estos dos principios.

¿Qué opinión le merece el proyecto de reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial?

Todavía no lo sabemos todo. En cuanto a la regulación del CGPJ, a mí me parece necesario porque es un órgano que ha tenido problemas en distintas etapas y con personas diferentes. Algunas de las cosas que se dicen en el proyecto de reforma van por la vía acertada.

Este año tuvo que presidir en funciones durante un mes el Supremo y el CGPJ por la dimisión de Dívar. ¿Qué significó esa responsabilidad?

La dimisión del anterior presidente fue por un acontecimiento traumático y me hice cargo para poder normalizar la situación en ese mes. Intenté hacer efectivo que el Supremo y el CGPJ funcionaban con normalidad y que seguían mereciendo la confianza de los ciudadanos.

¿Es un puesto que usted aceptaría si se lo ofrecieran?

Evidentemente, sí. Cualquier magistrado debería aceptarlo si se lo piden. Para mí ahora no coincidía con mis expectativas, porque era un periodo residual de un año

Fuente: www.expansion.com

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