Noticias Jurídicas

22/05/2014

Seis errores que suelen cometer los jefes

En algunas ocasiones, las personas necesitan dar un paso atrás o desaprender ciertas costumbres para seguir evolucionando y mejorar. Este mensaje perfectamente se puede aplicar a la conducta de los jefes, directivos o mandos medios que trabajan en las grandes compañías. Al igual que ahora ya no se trabaja con máquinas de escribir y sí se utilizan ordenadores, existen algunas creencias o mitos del pasado presentes entre las personas encargadas de liderar grupos humanos, que van en detrimento propio de esa persona y también en perjuicio de todo el grupo de personas de las cuáles es responsable.

En la actualidad, existen empresas que se dedican específicamente a intentar mejorar este tipo de cuestiones, con el objetivo de mejorar el rendimiento global de las compañías. Éste es el caso de DP Developing People, una empresa nacional formada por profesionales senior con amplia experiencia como managers en distintas empresas y sectores, que aportan su experiencia profesional al ámbito del desarrollo de los RRHH.

En esta ocasión, esta compañía ha elaborado un decálogo con los seis errores más frecuentes de los jefes:

1.- La creencia de que los mandos deben tomar todas las decisiones. “No, no puedes hacerlo. La colaboración es clave en tu éxito, y si no dejas que los demás participen, no la conseguirás. Y además, ¿Quién tiene la energía para estar en todo?”, dicen desde DP Developing People.

2.- La costumbre de no fiarse de nadie. “La época del ordeno y controlo ya es historia. El control absoluto es una estupidez tan grande como tener fe ciega en el equipo. Deberás encontrar el equilibrio adecuado”, explican en DP.

3.- Pensar que hay que ser siempre objetivo. Esa creencia es otro error. Tomar las decisiones basadas en hechos y no en emociones da credibilidad. Pero no mostrar pasión y estar demasiado alejado y frío tampoco muestra que una determinada persona sea la más adecuada para ejercer el mando.

4.- Defender siempre al equipo. Es cierto que hay que defender a los subalternos, en la medida en que hayan actuado adecuadamente. De nuevo, los hechos y no las emociones son las que deben guiar al jefe en sus decisiones. “No quieras defender a toda costa a tu equipo por defender tu ego”, dicen en DP.

5.- No se echarse jamás atrás. Una cosa es ser veleta y estar cambiando de rumbo y otra es no poder dar marcha atrás en un momento dado. Hay circunstancias en las que puede ser bueno hacerlo. “Por ejemplo, cuando la discusión no merece la pena ganarla o perderla, cuando te equivocaste en tu análisis, cuando las circunstancias han cambiado, cuando vas en contra de tu jefe, o cuando hay algo demasiado importante en juego para arriesgarse”, aconsejan en esta empresa.

6.- Pensar que el jefe es el que más sabe o debería saber. “A veces será así y otras no. Haz que las personas de tu equipo sean expertos en sus temas y los que enseñen a los demás en vez de querer saberlo todo tú. Recuerda que tus colaboradores tienen talento y que debes aprovecharlo”.

En todo caso, aunque cometan errores, es necesario valorar a las personas en su conjunto. En ese sentido, a “los jefes, como personas que son, no se les puede calificar como buenos ni malos de forma genérica. De hecho si preguntamos a diferentes colaboradores sobre su jefe, tendrán diferentes opiniones respecto a la misma persona. El secreto está en conocer realmente al jefe y ser capaces de adaptarnos a su estilo de gestión”, según comenta Beatriz Calvo Socia Consultora de Developing People.

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