Entrevistas

14/03/2011

Entrevista a Antonio Jara Andreu. Presidente de CajaGranada

Antonio Jara Andreu, nacido en Alquerías (Murcia), es doctor en Derecho y profesor titular de Filosofía del Derecho en la Universidad de Granada y desde febrero de 2010 es presidente de CajaGranada. En el ámbito académico, su trayectoria destaca especialmente por los más de treinta años de vida universitaria que lleva ejerciendo en Andalucía, salvo breves estancias en Universidades extranjeras. Así, en la década de los 70 realizó estudios en el Instituto Internacional de Derechos del Hombre, en Estrasburgo (Francia), y en la de los 90 fue profesor invitado, como Academic Visitor, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Oxford (Inglaterra). Destacan sus trabajos y publicaciones a lo largo de estas décadas y en la actualidad es miembro de la Sociedad Española de Filosofía Jurídica y Social. Esta actividad académica y docente ha sido complementada con la función política, especialmente durante la etapa de la Transición española a la democracia. Así, ha formado parte como experto, en representación del Grupo de Senadores Independientes, de la Comisión Redactora del Estatuto de Autonomía para Andalucía y ha sido alcalde de Granada entre 1979 y 1991. Diputado en el Parlamento de Andalucía y en el nacional por Granada desde principios de la década de los 80 hasta 1989, en 2002 fue designado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía miembro del Consejo Consultivo de Andalucía, Desde mayo de 2010 es miembro del Consejo Regional de Endesa en Andalucía y Extremadura.

Se cumple su primer año como Presidente de CajaGranada. ¿Qué ha supuesto para usted este período?

Ha sido un año duro, convulso y lleno de dificultades. Un año de mucho trabajo en el que, desde el punto de vista económico y financiero, todo ha ido cambiando a una velocidad vertiginosa. La crisis económica, que nos azota desde el año 2007, está transformando el sistema financiero desde sus cimientos y tenemos que adaptarnos con agilidad a cambios extremadamente exigentes. En concreto, el sector de las Cajas de Ahorros está viviendo momentos históricos. Además de sufrir los efectos de la crisis, hemos visto cambiar profunda y radicalmente el panorama normativo y regulatorio. Éste ha sido un año de importantes reformas legislativas, quizá las más importantes que ha experimentado el sector en su ya dilatada historia. Dos Reales Decretos Leyes, el 11/2010, de 9 de julio, y el 2/2011, de 18 de febrero, van a marcar, sin ningún género de dudas, un antes y un después en la historia de las Cajas de Ahorros españolas.

Desde el punto de vista institucional, quiero elogiar la actitud y el comportamiento de los Órganos de Gobierno de la Caja en este tiempo, y la dedicación y el buen hacer de la plantilla de directivos y profesionales de la Entidad. Desde una perspectiva más personal, he acentuado mi compromiso con la sociedad y he asumido con total dedicación y plena responsabilidad la tarea de mantener y acrecentar la solvencia y la fortaleza de CajaGranada, nuestra primera institución fi nanciera. Estoy muy agradecido por la confianza recibida, tanto de parte del Consejo de Administración como de la sociedad, y por tener la oportunidad de participar y trabajar por nuestra tierra en un momento tan difícil y en un escenario tan complejo.

Siempre se ha criticado la excesiva politización de las Cajas de Ahorros. ¿Es efectivamente así? Y, de ser, ¿sería un mal menor?

La naturaleza fundacional de las Cajas de Ahorros y su especial naturaleza jurídica hacen que en sus órganos de gobierno estén representados los poderes públicos locales, provinciales y regionales, entidades fundacionales, así como los impositores y los representantes de los trabajadores, además de otras organizaciones sociales. Si se parte de una valoración negativa de lo político, sin distinguir entre “buena” y “mala” política, se puede caer en juicios de valor errados y perversos. La utilización sectaria, particularista o partidista de una institución es siempre rechazable, lo haga quien lo haga. Ocuparse de los intereses colectivos, trabajar en la defensa y protección de los derechos y los intereses de nuestros clientes, impulsar el crecimiento económico de un territorio, ayudar a nuestras empresas y a nuestras familias… es una buena política, la practique quien la practique.

Mi corta experiencia en la Caja me dice que contamos con unos Órganos de gobierno cualificados y eficaces, bien preparados y formados, que anteponen los intereses de la Entidad a cualquier interés particular o partidario y que trabajan en perfecta sintonía con las cúpulas directivas de la entidad. Hoy por hoy, niego la politización, en sentido negativo, de CajaGranada. Quizá no sea ocioso recordar que no han sido, precisamente, políticos los que han generado los mayores escándalos financieros de estos últimos tiempos.

¿Cuáles son los objetivos que se ha marcado tanto a corto como medio y largo plazo en su presidencia en CajaGranada?

El objetivo principal que tenemos marcado es preservar la identidad, la lealtad territorial, la naturaleza social y la fortaleza financiera de nuestra Caja. Para ello estamos en un permanente esfuerzo por adaptarnos, ágil e inteligentemente, al cambiante panorama que tenemos por delante. Contra cualquier tentación de conformismo o pasividad, hemos optado por actuar. Hemos analizado el nuevo entorno y tratado de convertir lo que a priori pudiera parecer un escenario adverso en una nueva oportunidad. Iniciamos oportunamente un proceso de integración con otras tres Cajas de características similares a la nuestra, de forma que, en este momento, el Grupo BMN se ha convertido en uno de los SIPs más valorados y mejor recibidos por el mercado.Nuestro proyecto no es otro que seguir trabajando con rigor, seguir ganando solvencia, gestionar eficientemente, atender mejor a nuestra clientela… en alguna ocasión he sintetizado nuestro programa diciendo que trabajamos por una CajaGranada mejor, más sólida, más grande y más cercana. Para lograrlo no hay más receta que la del trabajo, trabajo y trabajo.

En ese sentido, ¿nos podría explicar en qué punto se encuentra dicho proceso de integración? ¿Perderá con esta fusión CajaGranada su vinculación tan estrecha con la provincia o la fortalecerá? ¿Qué beneficios aporta esta fusión? ¿Supone una reducción de plantilla?

El proceso de integración de CajaGranada, que se ha ido adaptando a los cambios normativos que le he mencionado anteriormente y a los diferentes requerimientos de los organismos reguladores, va cumpliendo la hoja de ruta prevista y, a día de hoy, se encuentra prácticamente culminado. Se acaban de traspasar los activos financieros de las cuatro Cajas de Ahorros, de acuerdo con los requerimientos del Banco de España. Se puede decir, sin reserva alguna, que nuestro Grupo está preparado para cumplir con las exigencias que plantea el Real Decreto Ley 2/2011, de 18 de febrero, para el reforzamiento del sistema financiero, que acaba de entrar en vigor.

Uno de nuestros objetivos irrenunciables ha sido, y sigue siendo, como le he dicho, nuestra estrecha vinculación y lealtad al territorio. Precisamente, la fórmula de integración elegida y las entidades con las que la estamos llevando a cabo (Caja Murcia, Caixa Penedés y Sa Nostra, de Baleares) nos permite reafirmar nuestro compromiso no solo con Granada, sino con toda Andalucía, nuestro territorio natural de implantación. Seguiremos sirviendo al mismo territorio, pero lo haremos desde una posición más sólida y con mayores garantías. Los ajustes en eficiencia son inevitables. Estamos trabajando sobre la base de un sólido acuerdo laboral, que deberá ser actualizado y revisado en función de las nuevas circunstancias. Nuestras plantillas, sin duda el capital más valioso de las Cajas, no verán sacrificados sus derechos.

¿Qué papel jugará CajaGranada a nivel provincial, para superar esta crisis económica? ¿Qué opina de los que dicen que las Cajas y Bancos han “cerrado el grifo” de los préstamos?

CajaGranada es una entidad financiera de ámbito andaluz, que colabora y seguirá colaborando en la financiación y dinamización del tejido productivo y social de la Comunidad. No se ha cerrado el grifo del crédito ni se han dejado de dar préstamos. Lo que pasa es que estamos, también, en mitad de un proceso de cambio productivo. Ni se financia ni se volverá a financiar de la misma forma que antes se hacía, ciertamente, pero las Cajas seguirán apostando por el impulso y la dinamización del nuevo modelo. CajaGranada sigue apoyando a los empresarios y a los emprendedores, como se demuestra con las 54.151 operaciones de financiación formalizadas en 2010, por un importe total de 1.448 Mill. de euros. En cualquier caso, el rigor y la prudencia aconsejan cuidar escrupulosamente la calidad de nuestra cartera crediticia.

¿Consideraría necesario fomentar las hipotecas, abaratándolas y facilitando su concesión, para que las Cajas y Bancos se “deshagan” del stock de viviendas, o fomentaría el alquiler? ¿Cómo lo haría?

La total absorción del stock de viviendas sin vender todavía tardará en producirse. Sigue habiendo notables diferencias entre los precios de venta y las ofertas de compra. Quiere decirse que los precios aún no han terminado de ajustarse. Es necesario ajustar la concesión de crédito a las capacidades reales de pago de las familias y las empresas. No podemos olvidar que el endeudamiento en España, en general, es muy alto. La huída hacia delante, sin verdaderas garantías, no es una buena solución al problema. En todo caso, se conseguiría un aplazamiento que, después, tendría previsiblemente un efecto boomerang poco deseable. La única fórmula para que se vaya reabsorbiendo el referido stock es trabajar con rigor y paciencia, adaptándonos tanto a las necesidades reales de los clientes como a las posibilidades de los hipotéticos compradores.

¿Qué le parece el proyecto de que se someta a las entidades de crédito a “pruebas de estrés” de forma trimestral? ¿En qué consisten esas pruebas de estrés?

Todas las exigencias regulatorias y de control me parecen bien, en la medida que aportan seguridad y confianza a nuestros clientes y a los mercados. Los llamados estrés-tests son unas pruebas en las que se simula cómo responderían las entidades financieras ante las bruscas y súbitas oscilaciones de distintas variables de nuestra actividad. Son ejercicios muy útiles para comprobar nuestra resistencia y capacidad de aguante ante hipotéticos escenarios adversos. Las últimas pruebas de resistencia han mostrado que el Grupo BMN está en unas inmejorables condiciones para salir adelante, aún en las situaciones más estresantes. En conjunto, el sistema financiero español ha superado con buena nota las pruebas de resistencia. Y eso que las condiciones impuestas por las autoridades europeas fueron ciertamente exigentes.

¿Cómo cree usted que se encuentra el tejido empresarial granadino?

Nuestro tejido empresarial comparte los rasgos y actitudes que definen hoy al empresariado en general. Hay unos sectores más castigados que otros, ciertamente, que nunca van a restablecer posiciones de mercado semejantes a las que disfrutaron antes de la crisis. Pero también hay que datar la existencia de sectores que ya están percibiendo signos de recuperación y sectores emergentes, que van contribuir de manera decisiva al cambio del modelo productivo. Habremos de estar atentos y expectantes ante unos tiempos de cambio que nos están obligando a adaptarnos al entorno a una velocidad de vértigo. Unos tienen más capacidad y más posibilidades que otros de adaptación, pero el hecho es que las cosas no volverán a ser como antes de la crisis. Quien así piense, en mi opinión, se equivoca peligrosamente.

Granada es referente histórico en sectores como el turístico y el hostelero. Unos sectores que demandan cada vez más la excelencia como única fórmula de supervivencia. Excelencia e imaginación para satisfacer los requerimientos de una clientela cada vez más exigente. Además, Granada se está situando en vanguardia del sector biosanitario. Sin olvidar la importancia económica creciente de un sector, el cultural, del que Granada debería ser la capital de Andalucía y del Sur de Europa.

¿Qué es lo que hace falta para ser más competitivo?

Formación, formación y formación. I+D+I. Apertura a mercados exteriores, internacionalización, capacidad de adaptación a un entorno cambiante y especialización.

Usted fue de los primeros alcaldes demócratas de Granada capital. ¿Qué supuso para usted esa etapa?

Conservo un gran y grato recuerdo de esa etapa de mi vida. Disfruté de una gran complicidad social y de la colaboración de mucha gente. Fue una etapa de mucha responsabilidad, de mucho trabajo y de mucha ilusión. Una etapa en la que muchos nos esforzamos por reconstruir la vida municipal y sentar las bases para la Granada del siglo XXI, a través de la planificación urbanística, el fomento de la actividad económica y la construcción de equipamientos sociales, deportivos y culturales, dotaciones e infraestructuras que se han demostrado imprescindibles en el día a día de la vida de los granadinos. Tuve, en efecto, la oportunidad, y el privilegio, de representar a Granada y gestionar los intereses públicos colectivos de las granadinas y los granadinos. Hice lo que pude, y lo mejor que supe. Sigo estando enormemente agradecido a la Ciudad por habérmelo permitido.

¿Cómo ha evolucionado Granada en estos casi 40 años de democracia?

De forma pareja al resto de ciudades y provincias de Andalucía: intentando acortar las distancias que aún nos separan de otras provincias y Comunidades Autónomas. Estoy convencido que todos cuantos han trabajado por y para la Provincia o la Ciudad de Granada lo han hecho en esa clave. Echo de menos, no obstante, más concordia institucional y más concertación social en la lucha y defensa de los intereses públicos colectivos de Granada y los granadinos. Me atrevo a añadir que quizá sea una responsabilidad de todos.

¿Qué considera que le hace falta a Granada capital para estar dentro de la élite de capitales de provincia?

Evidentemente que no me corresponde a mí, precisamente, emitir ese importante juicio. Granada reúne condiciones objetivas bastantes para ocupar un lugar destacado en el sistema europeo de ciudades. Quizá precisemos de una mayor implicación social en la tarea. De una vez por todas, deberíamos definir un modelo de ciudad que cuente con el consenso de toda la sociedad, arrimar todos el hombro y ponernos a trabajar para conseguirlo. Tenemos piezas muy valiosas… alguien, pienso en un sujeto social y colectivo, debería componer el puzzle.

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